Les comparto esta nota que la periodista de El Tiempo, Medellín, Paola Morales, escribió sobre el teletrabajo.
Creo que el Gobierno Nacional ha hecho esfuerzos para que el teletrabajo se consolide, pero en las organizaciones el discurso aún está en la superficie. Las posibilidades de que una persona ajena a las empresas pueda acceder a un teletrabajo aún no se esbozan. Vamos en el camino. Ojalá que pronto el teletrabajo se incorpore completamente y le brinde posibilidades a muchas personas que tienen las competencias, la formación y lo más importante: el deseo de teletrabajar.
El pacto por esta modalidad fue firmado por 15 empresas. En la ciudad hay 2.800 teletrabajadores.
“Una de las grandes bondades del teletrabajo es mejorar la movilidad de la ciudad y la calidad de vida de las personas”, dijo la viceministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, María Carolina Hoyos Turbay durante la firma del pacto por el teletrabajo.
En este evento, realizado la semana pasada, participaron 15 organizaciones públicas y privadas del departamento.
El aporte principal de esta modalidad de empleo es la flexibilidad de los horarios y espacios. Gracias a las tecnologías digitales las personas no necesitan acudir a una oficina y pueden cumplir sus tareas desde el hogar, cafés, o cualquier lugar que cuente con acceso a Internet.
En Medellín hay 2.800 personas teletrabajando y 463 empresas que contratan por esta modalidad.
Por las anteriores razones EL TIEMPO buscó dos historias que reflejan la cotidianidad de los teletrabajadores.
‘Para mí el teletrabajo es una necesidad’
El líder comunitario, Pablo Emilio Ochoa, hace 14 años tuvo un accidente y quedó paralítico, se levanta todos los días a las 6 de la mañana porque a las 7 lo recoge un bus del Instituto de Deportes y Recreación (Inder) y comienza su entrenamiento de Baccio (juego paraolímpico) a las 8 de la mañana.
“El deporte da capacidad de pensar”, dice y sonríe.
En el Inder almuerza, como todos los deportistas de alto rendimiento. A la una de la tarde se sube de nuevo en el bus del Inder que lo deja en el parque Biblioteca Juan 23. Allí comienza su trabajo: revisa Facebook, el email, el Twitter, también se conecta al intranet -red para compartir información- de la Secretaría de Inclusión Social.
“Tengo que dar cuentas a la Secretaría de lo que hago, según el proyecto que tenga a mi cargo. Solo necesito Wifi y por el portal de la Secretaría subo los documentos y me comunico por teleconferencia con ellos”, dice Ochoa.
Por la intranet chatea también con líderes comunitarios de toda Colombia, le comparten proyectos de otras regiones del país, y se ayudan entre todos en la formulación de planes de desarrollo y proyectos para sus barrios y comunas.
Para Pablo Emilio, el teletrabajo es una necesidad, pues dice que su forma de trabajar “es liderando en la calle y haciendo proyectos desde el computador, no desde una oficina”.
Profesora, madre y periodista
“Príncipe ¿Van a jugar con María Paula?”, le dice Herlaynne Segura a David, uno de sus dos hijos, a quien gracias al teletrabajo puede dedicar tiempo y cuidado.
Ella es comunicadora social, hizo una maestría en Sociedad de la información y el conocimiento, trabajó en El Colombiano, fue profesora de planta de la Universidad de Antioquia. Ahora dicta clases por Internet en algunas universidades y hace investigaciones.
Herlaynne, además de ser teletrabajadora, también escribe y habla sobre esta modalidad de empleo. Asegura que aunque se habla mucho de él no se han hecho los esfuerzos necesarios para que se expanda y proyecte a otras áreas diferentes a la de los servicios y la educación.
La decisión para que esta periodista se decidiera a trabajar desde su casa fue debido a los horarios extenuantes y a la imposibilidad de ver crecer a sus hijos. “Cuando mi mamá murió no pude estar con ella. Ahora mi estrategia es continuar con mi vida familiar y seguir con la academia”, dijo Segura.
Para ella, existen rutinas ligadas al teletrabajo que se pueden adecuar a la forma de vida de cada personas. “No hay tantas reglas, trabajando de esta forma. Si estoy muy ocupada y no me puedo bañar, no lo hago. Si necesito llevar a los niños al médico, me trasnocho. Así manejo mi tiempo”, agregó.
Paola Morales Escobar
Redactora de EL TIEMPO
Medellín
Redactora de EL TIEMPO
Medellín
Publicado en http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-13941439.html
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