Para teletrabajar hay que reacomodar las rutinas

He escuchado en muchas oportunidades frases como: el teletrabajo no es para mí... yo si me quedo en la casa no hago más nada, me pongo a ver televisión o saqueo la nevera... o yo necesito vestirme y organizarme para salir a trabajar a algún lugar.

Seguramente es válido y aquí de paso hago una precisión: el teletrabajo no indica necesariamente que sea en casa. Ya sabemos que se puede realizar desde cualquier lugar, siempre y cuando haya conectividad.

De otro lado, el teletrabajador necesita reacomodar sus rutinas y hacerlo con disciplina, pero al tiempo con flexibilidad. Disponer el lugar desde el que teletrabajará de la manera más adecuada que le posibilite rendimiento; medir tiempos, trazarse objetivos, tener metodología para responder correos, eliminar interferencias y en esencia cumplir con lo encomendado.

Hay un aspecto importante y es que si desea teletrabajar desde casa es probable que su presencia en el hogar esté asociada con el "no hacer nada" y se le pida asumir labores operativas que los demás miembros no pueden realizar. Este es un aspecto que debe aclararse y defenderse desde el momento que se empiece a teletrabajar.

No es fácil, pero es posible. 

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